Si estamos pensando en acceder a una hipoteca sea cual fuere para comprar una vivienda, deberemos tener presente que de forma indefectible dentro de las condiciones que la entidad bancaria nos va a proponer, está la contratación obligatoria de un seguro de hogar.
Lo cierto es que la legislación vigente exige que hagamos esta operación financiera con un mínimo de coberturas contra incendio que le dará garantías al banco y tranquilidad a quienes estamos pagando la hipoteca. De todos modos y por lo general, quien va a adquirir una vivienda aprovecha para ir más allá de la cobertura básica exigida y contrata otras garantías por ejemplo contra robo, otros daños como pueden ser por caída de rayos, por los efectos del agua, por problemas en instalaciones eléctricas, roturas de cristales o lozas, daños estéticos a la propiedad e incluso responsabilidad civil.
Por otro lado sin embargo, debemos tener en cuenta que ya la cuota de la hipoteca será con seguridad de un monto importante por lo que quizá debamos pensar en contratar un seguro barato, descartando las coberturas que no sean de primera necesidad y quedándonos sólo con las imprescindibles. Esto nos permitirá ahorrar en la cuota del seguro de hogar que contratemos, eliminando los gastos que no tengan que ver directamente con cosas que no sean de nuestro real interés como por ejemplo coberturas contra robo de joyas o garantías que cubran lo que se encuentra en nuestro garaje.
Para ello, es fundamental leer cuidadosamente las cláusulas de la póliza que vayamos a contratar, teniendo en cuenta que por lo general el banco es quien nos pone por delante la compañía aseguradora. Esto sin duda que puede ser beneficioso si existe un convenio que nos ofrezca bonificaciones por contratar con ella, pero puede ser negativo si no tenemos chance de elegir la cobertura que nos interesa. Debemos recordar una cosa entonces, hipoteca y seguro van de la mano, pero es nuestra responsabilidad elegir lo que más nos convenga.
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